Editorial
Plebella es una
revista sobre la poesía del presente. Leer el presente parece
lo más difícil de hacer, el presente es fugaz y cambia,
primero fue futuro y casi de inmediato es pasado, aquello que queremos
decir hoy sobre hoy, parece ser dicho mañana sobre ayer, y
la brecha temporal se abre, caduca nuestro pensamiento, cambia. Es
más fácil quizás, poner el tiempo en la Historia
y así establecer la sucesión. Sin embargo, algo que
siempre escapa, por lo menos a mi visión, es que siempre estamos
en presente, y cada presente reestablece la Historia de manera distinta.
Jugar en el presente, en el sentido más lúdico, pero
también en el más arriesgado, admite desde el vamos,
la falla, la posibilidad de error, que nunca quita la posibilidad,
es decir, no cierra el futuro, no lo determina porque el pasado, en
el presente, es tan móvil como aquél.
Plebella nace en el Buenos Aires del 2003. No sé qué
nos deparará el futuro, pero salimos de aquí, de estos
tiempos y espacios presentes, no de otros.
Revista del aquí y ahora, entonces, Plebella revisará
su objeto, la poesía, siempre tratando de situarlo, esto quiere
decir, siempre interrogándolo, proponiendo puntos de partida,
modos de lectura. ¿Por qué tratar de situarlo? ¿No
está claro que es la poesía? Sí, claro, pero
no me resulta tan claro qué es la poesía, al menos,
aquí y ahora. Hay miles de años de historia literaria
universal, hay más de doscientos años de literatura
nacional, hay un mercado editorial que propone una serie de textos
bajo el rubro poesía, se enseña en los colegios, se
analiza en la universidad. Sin tener que recurrir a la ampulosidad
de estas instituciones, y yendo al aquí y ahora, tenemos un
Diario de Poesía y varias revistas, no tenemos industria editorial
nacional a gran escala, pero sí un montón de microemprendimientos
de mayor o menor envergadura que publican poesía, y se dedican
sólo a ello, tenemos un montón de encuentros, sitios
web, lecturas, espacios de micrófono abierto, bibliotecas,
hasta tenemos una Casa de la Poesía de la Ciudad de Buenos
Aires, parece haber poesía en todos lados.
Ante esa increíble diversidad y voracidad de la poesía
aquí y ahora se abre Plebella, y no para encerrarla, ni darle
un cauce único, sino para leerla, disfrutarla, probarla. Probar
la poesía. Darle existencia en el disfrute, en la degustación.
Si hay tantos poetas, tanta escritura, si la poesía estalla
aquí y ahora, si efectivamente hay una voz otra que se vuelca
en el papel (en la tela, en el celuloide, en el video, en el escenario,
en la calle, en la vida cotidiana), Plebella quiere prestar el oído
y aprender a escuchar de otra manera, a esa voz que es otra y que
grita aquí y ahora, esto es, como nunca antes.
Plebella entonces, y al menos por el momento, no quiere decir nada.
Quiere escuchar, leer y llenarse de sentidos, juntar las voces. Quien
tenga qué hablar, que hable.
r.f.