Retratos
Durante el 2003, el artista plástico Eduardo Zabala y el desaparecido
Cabaret Voltaire Bs As realizaron una convocatoria abierta para realizar
retratos escritos de personas, es decir, descripciones, poemas o breves
narraciones que dieran cuenta de cómo es alguien, desde un
ángulo especial, único, que reune al sujeto del enunciado,
la persona a describir (el título), con el sujeto de la enunciación,
la persona que describe (la firma). La diferencia entre sujetos está
siempre presente, pero la idea del cruce entre poesía y plástica,
la pone en un mayor relieve teniendo en cuenta que los retratos se
expusieron en cabaret Voltaire enmarcados por portarretratos, es decir,
como si fueran fotos o pinturas. Los portarretratos fueron hechos
artesanalmente por Eduardo. La convocatoria llamada “¡El
vivo retrato!” tuvo una amplia repercusión, y se recibieron
respuestas de escritores, artistas plásticos y público
en general. En esta sección se publican los retratos recibidos.
La
convocatória sigue abierta. Envíe sus retratos a
ezabala@plebella.com.ar
Acuerdos:
Su retrato debe tener
-
Síntesis
- Nombre del retratado
- Firma del retrator
LUCRECIA
...subía con su muñeca a la terraza.
Desde ahí la tiraba y bajaba las
escaleras corriendo desesperada
para recogerla y acunarla,
acariciándole la cabeza y diciéndole:
-pobrecita.
Eduardo Zabala
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MARIA
Yo tenía una abuela muy brutal, la recuerdo
degollando gallinas. A mis siete años ella me
enseñaba a cómo sostener su cuello con un palo de escoba
en el piso y cómo estirar su cuerpo hacia arriba en un movimiento
limpio. Luego venía el agua hirviendo y en medio de ese vaho
rancio, arrancarle la pluma mojada. De ahí en más el
trato al pollo era primoroso, venía el lavaje, el secado suave
y la depilación fina sobre la hornalla de la cocina, la separación
de las vísceras y las partes precisas. Eso derivaba en cuatro
platos básicos:
sopa, pollo al horno, pasta con salsa con pollo, arroz con menudos.
Por tres días todo olía a pollo. Ese alma grasosa poseía
al mundo.
xil buffone
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LUCAS ROBLES
Yo a usted, profe, la odio, porque nos hace trabajar,
pero más allá de eso hay una conexión, no?
(moviendo la mano en el espacio entre ambos).
Karina Maccio
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JIMENA CABRERA
Con la boca cerrada, y ahora entre abierta,
así te quedás.
Sonrisa apretada, labios hacia atrás.
En silencio, en tu piel está el silencio,
blanco, suave, después transparente.
Voces, voces… ¿en tus ojos, las voces?
Son muchos ojos, tus dos ojos.
¿Soles, espacios esféricos de vacío creado,
vacío querido?
¿Son soles tus ojos?
Soles, esferas translúcidas y abajo los soles.
Una lágrima, un arroyo, luz líquida y tibia.
¿Son soles tus ojos?
Una cara, una cara que llega tarde. ¿Porqué?
Un sol que llega atrás del silencio.
Nicolás Grandjean
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POL ASENJO
(my sister of Avalon)
Vi sus colores una vez
la primera
sufrí un shock
la segunda
le pedí asilo
cuando desperté transpirado
lo culpé
cuando pasó el tiempo
lo confirmé: él era
un ama de casa morbosa
Daniel Zárate
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DANIEL ZÁRATE
Campera roja...
y la furia de unos ojos
que tal vez, tal vez.
Reloj sin tiempo...
en el marco
de muñecas despeinadas
sin fotos para ver.
Pará!!! Pará!!!
Líneas celestes tres,
con ritmo sutil.
Al callar la sociedad
en un corazón picado.
Mariano Mart
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MARIANO MART
Oh mi pequeño principito inecto
abducido en la rosa de los vientos
pálido como una muerta reina lombarda
yacente, carnal abultado los granos
rojos de granada profana, cosaco karenina
de dónde vienes? oh oh oh
Nos presiento en el ensueño
acechando las arcillas, suspensión...
Los cables se han cortado en el piso 14
hoy lloverá, pero las ruedas giran
más allá y más arriba llegándote
a vos mismo.
Pol Asenjo
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ROGELIO ANDRADA
Rogelio Andrada tenía la peluca echada hacia atrás y
las dos manos sobre la frente, lo que escuchaba, era demasiado
para él y estaba como se suele decir “contra la pared”.
Hasta sus poros, habitualmente generosos, se habían contraído.
Tenía la costumbre de prestar oídos a toda clase de
historias inverosímiles, pero hasta ahora se lo
había bancado sin siquiera, fruncir el ceño.
Hasta esto, que lo tocaba, como una pluma gastada
sobre su calva reluciente - que sólo ahora se avistaba-.
Sus ojos, parecían bambolearse buscando una mirada que
pudiera desmentir o desmitificar la historia
que se estaba contando sobre él.
Ratificarlo, en su puesto de lentes oblicuos y mirada tersa.
Devolverle, la fragancia de los días idos,
aunque sólo recordara el de las bolitas de naftalina.
Escudarlo, tras las marcas del reconocimiento
y hasta quizás darle un poco de ternura.
No podía soportar la acusación, y además, no
era cierto,
pensaba, las foquitas no habían mue to por su culpa.
Carolina Bejar
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LA BASUALDA
Por el camino de tierra se ve venir medio a los tumbos el sulki que
se detiene en la puerta de la pulpería. Después de la
maraña de pelos negros que asoman bajo la pollera, se ve a
una paisana cincuentona, regordeta y sin bombacha, que suelta las
riendas para agarrar la escopeta y le grita a la concurrencia:
-¡Alquememirelaconchalencajuntiro!
Eduardo Zabala
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DANIEL LINK
Caminaba delante mío
como si yo fuese su esposa japonesa.
Cuando dejé de correrlo y apurarme,
me esperó
Romina Freschi
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NICOLAS ROSA.
De artes hecho y olvido estupefacto
te consagraste afines, perros, enemigos
revuelto de la muerte y enfermizo,
pusiste la esperanza en el sonido
de la voz que abandona la garganta.
En la apurada vida
el corazón rehuye la tardanza
como veneno pronto en el oído
expuesto a los fulgores de lo sacro
impuesto a desvelar los simulacros;
La griega y la judía, profecías
que aguantan cierta pena
de un fin de mundo milenar apenas,
meciendo la promesa del Mesías.
Agón de una agonía de palabra plena,
presente,
aún vacía.
Susana Romano
(de NOMENCLATURA/MUROS,
Libros de Tierra Firme, 1997)
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estos matices de
kurt cobain en vivo
Para mirarlo a los ojos hace falta deshacer eso,
contra su tórax o vidrio empañado, que monstruo
irresistible (saturalo)
acelera la dilación de un aullido que lo rompería?
Cierto tallo de una flor descuidada
ogla y vro para no aguantar
unísono-acople de ecos del limbo absorbedor.
Deshilache.
Atribulado áspero. Uh con rabia, con sueño.
Todo embarazos
urgentes de alojar esa gravedad
de acuerdo a lo que exhumó
un empíreo y zarandear asfixias,
y por ahí se asimilan aún dieléctricos!
Como se tira, excediendo, a su propia garganta,
el desigual de su gotera,
que no alcanza sino a levantar sobre sí
lo que va por abajo
a pasar inadvertido en el infierno
! digo, perdón en la cande.
francini
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JIMENA DELFANTE
(11 años)
internada en un hospital marplatense
soñando con su mamá.
Las mariposas quirúrgicas
de tus manos
cubren mis arterias
con ángeles desnudos.
Y mis párpados se hacen pétalos de nácar
y se llenan
de caricias hermosas
y frescas.
Quiero distraer
a mis amores
con bailes en el cielo.
Quiero que desparezcan
las velocísimas preocupaciones.
Ricardo Daniel Piña
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RETRATO DE NELSON
Y SU MUñECA
La habitacion pequeña y fría, las tristes paredes sosteniendo
el rastro de los clavos que allí
estuvieron colgados. Los directos rayos de sol
que entran con vigor por la amplia ventana
no alcanzan a calentar el ambiente allí contenido.
La cama destendida, con la apariencia
de llevar así muchas semanas.
Sobre el lecho la muñeca rota tiene sus brazos de tal manera
distendidos, que hacen espacio a la ausencia de alguien; su rojiza
cabellera ya no irradia calor,
ni quedan vestigios de lo flameante que antaño era, la proporción
de sus medidas parece tan matemática que su simetría
es molesta. Desnudo su torso, descalzo y vestido con un jean descolorido
está Nelson, proyectando su sombra sobre la cama. Con medio
cigarrillo entre sus torcidos dedos
índice y pulgar, fumando con la paciencia que le
caracteriza; inhalando el humo que se dibujaba en espirales iluminados
a través de los rayos del sol
que invaden la ventana. La inocencia de su rostro
contrasta con la nostálgica mirada de su muñeca inflable
que parece recordar aquella época,
cuando recién empezaban su pasión.
Aymer Zuluaga