Llegar al número
2, dar el segundo paso.
Plebella dio la luz su primer número recién hace cuatro
meses, primer número que tuvo casi un año de trabajo
detrás, con reflexiones, pruebas, errores, más pruebas,
más errores. El número 1 es en sí mismo la prueba
más grande, de la que no hubo vuelta atrás. De la revista
proyecto a la revista hecho, hay un gran salto, y lo dimos, lo estamos
dando. Estamos contentos de observar que ese número 1, nuestra
meta hasta hace muy poco, es sólo un punto de partida, y este
número dos, un avance. Plebella ya no es la misma, y nunca
más podrá serlo. Plebella ya no es un círculo
cerrado, sino abierto. Plebella tiene lectores, espectadores, nuevos
colaboradores, suscriptores, libreros, es una red, pequeña,
que va cambiando.
Logramos muchas cosas. Presentamos la revista en diferentes espacios,
siempre acompañados de poesía, en formato de recital.
Salimos a vender la revista, por suscripción, en librerías
y espacios afines, en las presentaciones. Conversamos con los lectores,
con los escritores, recibimos sugerencias, discutimos, investigamos
y volvimos a la etapa de proyecto, el número 2, hoy resultado
y proyecto del 3.
Este número 2 es, entonces, una experiencia en la que el salto
del dicho al hecho tiene mucho protagonismo y estamos muy contentos
de estar pasando por este proceso, de puro aprendizaje, de plena vitalidad.
El esquema de contenido es casi el mismo, sin embargo, a la hora de
hojear el material, hay un “más” que suspira y
se respira. Más intensidad, más reseñas, más
retratos, más, más. El objeto “poesía”
que se nos aparecía compacto y enmarañado, sigue siendo
así, pero es grato ver que es un punto nodal, y las categorías
que parecían fijas, y ese siempre hablar de lo mismo, son también
EL punto de partida de toda actividad. “Poesía de los
‘90”, “campo intelectual”, experiencias, poéticas,
proyectos, cuestiones que parecían intocables desde el prejuicio,
empiezan a hablarse en Plebella número 2, y nuevos modos de
acercarse a eso, nuevas perspectivas, aparecen y experimentan un objeto
dinámico y “vital”: la poesía y los poetas
hoy, desde la actividad que sostiene la escritura, la lectura: Leer,
ser “la ola que lee”, avanza, retrocede, avanza.